jueves, 24 de septiembre de 2009

CREE

Cree, hay un sinfín de amuletos, una carrada de herramientas, un jarrón y una tijera, tres cordones umbilicales, otros enroscados en el cuello, un costurero con hilos enmarañados…mujer, seguí, total? Siempre algo te quema.
El amor quema, se dilata, se enaltece, se duerme, se despierta, tanta inquietud que se embalsama, el amor se friza, lo demuestran muchos, lo desinfectan, lo esterilizan.
Ay mujer, seguí, tumbá tu espalda en la tierra, recostate en el costado izquierdo, acordemos un acorde, un do sostenido, querés?
Cada vez que suene un do sostenido nuestras almas se van a enmarañar, retorciéndonos, crucificándonos, enalteciendo el ego, llevando el registro a dirección, cruzando el patio, escoltando alguna bandera.
Cree, en el frío, en la fecundidad de lo cotidiano, en la dependencia de las endorfinas, en la desesperación de inflamar entradas, a una obra de teatro.
Yo creo, el cáncer existe, los tumores de carnes, de cristales, de huesos, hay un ángel, ni sé su nombre, me siento perseguido, suerte que no creo en ellos.

RECOLECTANDO Y UN DIOS O DOS

Recolectando sumisiones, ángulos obtusos, refrigerios de colegios.
Capacidades extrasensoriales.
Recolectando uvas, almendras, piñones, duraznos y melones.
Repatriando un lugar, transportando tierra, y su cultura.
Mexicanos, Peruanos, Bolivianos, razas obscuras, y de moda.
Indígenas, malayos, marroquíes, onas, pampas, wichis.
Recolectando sumisiones, ángulos abstractos, meriendas en las escuelas.
Capacidades culturales.
Y un dios, o dos, cada cual atiende su juego

ELLA DESFIGURO SU ROSTRO

Ella desfiguró su rostro, escondió su mirada.
Disfrazó su memoria, mintió su edad,
Sus sentimientos, sus sueños.
Ella toda su vida aprendió, lo que creyó conveniente,
Lo que servía, lo importante, lo real y concreto.
Ella se dió cuenta, recién ahora,
Que su vida siempre opaca,
Solo brilló con el esplendor,
De las luces de navidad.