sábado, 26 de septiembre de 2009

DAME UNA PALABRA

Dame una palabra, solo eso, así blanqueo mi mente.
Me descorazono, me cambio la piel, y repto sobre la tierra caliente,
Quien puso trapax en mi copa, quien se creyó que me hacia mal,
Que esperas de mi, no soy el que elige un perfume, ni disfruta de las autopistas, soy un doctor en ilusiones, un sol seco, la humildad mentirosa,
Una pincelada porteña, un argentino en Brasil, una cerveza caliente.
Una autopsia sin cadáver, un mirador en la montaña, un refugio del frío,
Un vaso de vodka solo, sin hielo, ochenta y ocho notas desperdiciadas.
Dame una palabra, solo eso, así blanqueo mi mente.
Me descarozo, me cambio la camisa, y salgo a la calle,
Quien puso prozac en mi comida, quien se creyó que me ayudo,
Que esperas de mí, no soy el que elige la crema de enjuague, ni disfruta de los fines de semana largos. Soy licenciado en licencia. Un trozo de pan
Una pincelada porteña, un boliviano en liniers, un café frío.
Un examen de consciencia, un adulador, seduciendo lo inseducible.
Un vaso de gin sin tónica, seis cuerdas desperdiciadas.
Dame una palabra…así puedo escribir algo, tengo la mente en blanco.

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