Me asusta, que la polenta se me haga grumos, que mañana no tenga sol mi jardín, que no me pertenece, me asusta que el amor de vueltas alrededor mío, y se me escurra de los dedos.
Me asusta no sentir el tibio calor de los abrazos de mis hijos, la atermia del alejamiento.
Todo corre y ya me parece nimio el tiempo, hablo de la ternura, la gravidez el desmembramiento de los huesos, fríos y secos.
Hablo de la calidez, el té caliente, las almendras masticadas mientras miro un atardecer, hablo de leer algo escrito por mi y emocionar, de la validez de un encuentro con una tía, de darme cuenta que vivo, y no soy ombligo , ni uña
UN BESO POR DAR
Hace 6 años
miedo y nostalgia a partes iguales parecesn ser
ResponderEliminarlos ingredientes que componen esa amalgama que
facturas, miedo a todo y a todos con un panico
cerval a la vida que se mueve, nostalgias del
olor a tocino frito a goma de mascar, de los
densos restos que diariamente nos abandonan en
nuestro triste trotar y de sobrinos nietos leja
nos que te producen ese languido llorar.
No puede ser.
ResponderEliminarNo puede ser que vivas eternamente cagado che.
No es para tanto la vida che. Igual es un ratito.Ya pasa.Ya se acaba. Podrás descansar en paz. Ánimo.